Memoria de las actividades
realizadas en las Jornadas de “la frontera y el deseo: Nuevas miradas a la
inmigración”
El 25 de Febrero de 2013 arrancaron estas jornadas. Nos
acompañó Básel Ramsis en el puesto de
Alberto Elena y Moisés Salama. Ramsis es director de cine y documentalista cuyo
trabajo más reconocido es “El otro lado” (2002) que trata sobre el mestizaje en
el castizo barrio de Lavapiés en Madrid.
A mediados de los años noventa, el cine europeo interpreta de
varias formas el mundo de la inmigración, desde la venida de latinoamericanos y
africanos hasta la salida de europeos en busca del sueño americano.
En el cine español, la visión del inmigrante que más se
utiliza es una mirada banal, superficial, como parte del decorado del film.
Existe otra visión más aterradora de la figura del inmigrante, mirada
propagandística para mostrar al inmigrante como sujeto delictivo.
En la Filmoteca se localiza un documental del año 1974
llamado “Viaje hacia la explotación” que trata sobre inmigrantes marroquíes.
En España, alrededor de esa fecha, comienza la llegada de
inmigrantes al territorio peninsular que, hasta entonces, había sido productora
de emigrantes.
En 1985 se aprueba la Ley de Extranjería y hacia el año 1990
comienza una avalancha de inmigrantes procedentes de Marruecos y América Latina
entre otros. Es en este año cuando Montxo Armendáriz (director y guionista)
presenta “Las cartas de Alou” premiado con una Concha de Oro y dos premios Goya
al mejor guión y fotografía. Alou es un subsahariano que llega a España
dispuesto a trabajar para forjarse una vida mejor de la que tenía en su país de
origen. Representa al inmigrante que viaja por distintas ciudades y dedica su
tiempo a cualquier tipo de trabajo temporal que le permita sobrevivir y avanzar
en una integración que nunca llega
a producirse completamente. Como
muchos otros que
siguen su suerte, Alou se
convierte en un personaje sin un pasado reconocible, sin una identidad
específica, un elemento extraño dentro de una cultura en la que no encaja y de
la que es rechazado en cuanto se producen los primeros síntomas de acercamiento
verdadero. Alou se rebela contra el racismo y las injusticias a las que es
sometido, pero poco o nada puede hacer
ante la pérdida de referencias, el sentimiento de no pertenencia y el rechazo de una sociedad de la que intenta
formar parte. Del mismo modo, al cambiar su lugar de origen por otro destino,
Alou también empieza a desarticularse dentro de su propia cultura, convirtiéndose
en un nómada que busca un lugar en el
que asentarse definitivamente. La
pérdida de identidad
le persigue allá donde va, al regresar a su país, Alou expresa su
contradicción interior: «Estuve feliz de ver a mi familia
y a mi país, pero este no es mi lugar. No me gusta esta vida. Le dije a
mi padre: he aprendido a estar con gente blanca. Vuelvo».A finales de la década de los noventa
y principios de la era 2000 comienza la discusión sobre los derechos de los
inmigrantes, sucesos como los acontecidos en El Ejido, zona de asentamiento de inmigrantes
donde dos agricultores perdieron la vida a manos de un inmigrante irregular
abrió un debate que llega a nuestros días, con voces a favor y en contra de un
movimiento que nació entonces denominado “Papeles para Todos: Ningún ser humano
es ilegal”.
En torno a 2003 empiezan a producirse cortometrajes y
documentales que presentan visiones diferentes sobre el tema de la inmigración,
diferentes a las presentadas en las grandes producciones comerciales. Un nuevo cambio de rumbo se produce en el cine español con la cesión del
protagonismo a un joven marroquí en Said (1999), de Lorenzo Soler, y la
introducción de otro elemento clave para profundizar en el conocimiento de la
inmigración en España, la entrada en
acción de las ONG´s. Said, animado por su compatriota Hussein, decide cruzar el estrecho en patera para encontrarse
con éste en Barcelona ante las
promesas de una vida mejor que le
inducen a abandonar su tierra natal. Una vez en España, Said empieza a
darse cuenta de
las durísimas condiciones
en las que
vive Hussein y de todo el halo de racismo y desprecio al que es sometido
por su simple condición de extranjero. Anna, una joven barcelonesa, es la que
le ayuda a entrar en contacto con los abogados de una ONG antirracista. El estilo
de este film, cercano al documental por su dureza y la cercanía de la cámara en
torno a los personajes, abre una nueva vía estética que se compenetra a la
perfección con las circunstancias de los inmigrantes y deja un testimonio
realista alejado de los constantes estereotipos presentes en anteriores
películas.
El cine español también ha dado paso en los últimos años a
películas documentales que tratan
temas como la
marginalidad, la injusticia,
la recuperación de la memoria
histórica o la política, entre los que también tiene cabida la
inmigración como uno de los problemas más acuciantes ante los que
se enfrentan las
sociedades occidentales. La
«explosión» del género coincide
con el cambio de siglo, y la temática social es tan variada como las
preocupaciones de los productores y cineastas por trasladar al público su
visión sobre el asunto.
Tras tres años de trabajo, José Luis Guerín acerca la cámara
hacia el Barrio Chino de Barcelona con motivo de la construcción de un edificio
en su documental En construcción (2001),
como excusa para explorar en el complejo entramado social y cultural de esta
barriada barcelonesa.
El 26 de febrero se nos presenta el film de Yasemin
Samdereli,”ALMANYA, Bienvenido a Alemania” con una presentación de Miguel Ángel
Oeste. Después de vivir
45 años en Alemania como un “gastarbeiter” (trabajador invitado) turco, Hüseyin
Yilmaz, con 70 años cumplidos, anuncia a su familia que ha comprado una casa en
Turquía y que todos deben volver con él para hacer las reformas necesarias. La
familia no se siente en absoluto atraída por la idea, pero finalmente decide
acompañarle. En ese viaje, los diferentes miembros de la familia se enfrentarán
a recuerdos, dilemas y conflictos que encontrarán su respuesta en su vuelta a la
tierra de sus orígenes. Además,
Canan, una nieta de Hüseyin, anuncia que está embarazada y que el padre es su
novio inglés, del que nadie sabía nada. Para consolar a su primo Cenk, un niño
de de seis años, al que humillaron en la escuela tachándolo de “extranjero”,
Canan le cuenta una fantástica historia sobre cómo abandonaron Turquía y fueron
a parar a Alemania.
El 27 de febrero visualizamos la película “Welcome” de
Philippe Lioret presentada por Josefina Martínez Álvarez. drama compasivo e inspirador sobre la
esperanza de nuevos principios y el poder de amor verdadero, centrado en dos
parejas que competen con las publicaciones de separación y dislocación. Bilal
de 17 años ha gastado los tres meses pasados viajando ilegalmente a través de
Europa, en una tentativa de reunirse con su novia Mina que se ha movido con su
familia a Inglaterra. El viaje largo es casi terminado cuando él finalmente
alcanza Calais, sobre la costa lejana del norte de Francia; él literalmente
puede ver su destino desde más allá del Canal. Pero con todas las opciones
legales se agotó, Bilal resuelve que su única opción debe aprender a nadar, y
hacer el cruce peligroso él mismo. Bilal busca la ayuda de instructor nadador
de mediana edad, Simon, que en privado se tambalea del divorcio inminente de su
esposa socialmente consciente Marion. En un esfuerzo para reconquistar ella,
Simon impulsivamente - e incaracterísticamente - arriesga todo por tomando
Bilal bajo su ala.
El último día, 28 de febrero, le toca el turno a “Le Havre”
de Kaurismaki cuya introducción corre a cargo de Moisés Salama. Marcel Marx, famoso escritor bohemio,
se ha exiliado voluntariamente y se ha establecido en la ciudad portuaria de Le
Havre (Francia), donde vive satisfecho trabajando como limpiabotas, porque así
se siente más cerca de la gente. Tras renunciar a sus ambiciones literarias, su
vida se desarrolla sin sobresaltos entre el bar de la esquina, su trabajo y su
mujer Arletty; pero, cuando se cruza en su camino un niño negro inmigrante,
tendrá que luchar contra los fríos y ciegos mecanismos del Estado, armado
únicamente con su optimismo y con la incondicional solidaridad de los vecinos
del barrio, para evitar que su protegido caiga en manos de la policía.